La familia del adolescente de 16 años que fue asesinado por el policía Maximiliano González en Miramar, estuvo acompañada por el abogado Gregorio Dalbon. La Justicia rechazó el planteo de la querella, que se opuso al juicio por jurados y pidió un tribunal técnico.
Las rejas perimetrales de Tribunales amanecieron este lunes cubiertas de banderas por Luciano Olivera, el adolescente de 16 años que fue asesinado en Miramar y por cuyo crimen cinco policías irán a juicio. En esas telas, los mensajes eran de amor de la familia, de reclamo de justicia mezclado con bronca y dolor.
Esta muestra de apoyo se realizó porque el juez Ricardo Perdichizzi recibió hoy a la fiscal Ana Caro y a los representantes de cada una de las partes para realizar la audiencia preliminar de lo que será el juicio por jurados que tiene como principal imputado a Maximiliano González, el oficial que realizó el único disparo con su pistola calibre 9 milímetros que impactó y mató al adolescente y el resto de los uniformados acusados por haberlo encubierto.
Junto a la madre de Olivera estuvo el abogado penalista Gregorio Dalbon, quien es también uno de los representantes legales de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“No nos olvidamos de Luciano Olivera. Estaremos hasta que el policía ‘bonaerense’ que lo mató sea condenado a la pena máxima. Para los que creen que solo defiendo cuando matan polis en CABA. En esto no hay política”, expresó el abogado Gregorio Dalbon en su cuenta de X (@Gregoriodalbon).
No nos olvidamos de Luciano Olivera.
En minutos audiencia preliminar del juicio en Mar del Plata.
Estaremos hasta que el policía “bonaerense” que lo mató sea condenado a la pena máxima.
Para los que creen que solo defiendo cuando matan polis en CABA.
En esto no hay politica. ❤️ pic.twitter.com/6i8oj7resy— Gregorio Dalbon (@Gregoriodalbon) September 2, 2024
Tanto por escrito, como en persona ante el juez Perdichizzi, la querella planteó que el juicio no se hiciera por jurados y que se desarrollara con un tribunal técnico. Justamente, el último antecedente de un policía que llegó a juicio por jurados en Mar del Plata por haber matado a un joven fue Arcángel Bogado, quien fue absuelto.
“Plantemos por escrito y verbalmente que sea un juicio técnico y no por jurados. Primeramente para respetar los derechos de Luciano, que se los robaron cuando lo mataron”, expresó la madre de la víctima a LA CAPITAL, Judith Aristegui, quien agregó: “Yo exijo justicia por mi hijo y exijo que sea un juicio técnico juzgado por jueces capacitados y no por gente no capacitada, por un ciudadano común como puedo ser yo también”.
Cabe recordar, que en delitos gravísimos, como es este crimen, es el imputado quien decide si será juzgado por jurados populares o por un tribunal compuesto por tres jueces. Es por este motivo que la Justicia negó el planteo presentado por la querella.
En la audiencia, la defensa del policía Nelson Albornoz, quien está imputado por encubrimiento doblemente agravado, falso testimonio e incumplimiento a los deberes de funcionario público, solicitó su excarcelación o algún tipo de morigeración, ya que lleva tres años detenidos. Sin embargo, la Justicia rechazó el planteo, por lo que el policía seguirá detenido hasta el juicio.
El juicio se realizará recién el año que viene, a casi cuatro años de ocurrido el crimen. Esta dilación en el proceso, además de la complejidad de una investigación que involucró a policías, se debe también a que el policía González cambió hace pocas semanas de abogado defensor, quien solicitó al menos tres meses para estudiar la causa antes del juicio.
“Nosotros mientras estamos sobreviviendo a esto. Día a día, hoy enfrentamos esta audiencia y seguimos sobreviviendo”, declaró finalmente la madre de Luciano, Judith Aristegui.
Los otros policía que llegan a juicio son Kevin Gerricagoitía y Rocío Mastrángelo, imputados de encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio, ya que dieron una versión de los hechos que, según la fiscal, Ana Caro, fue construida para atenuar la responsabilidad del González.
Finalmente, el otro policía imputado es Alejandro Cepeda, también se le mantuvo el procesamiento por encubrimiento doblemente agravado, en su caso por no entregar el teléfono celular de González a la instrucción.
El hecho
El 10 de diciembre de 2021 Luciano Olivera estaba con amigos en la plaza central de Miramar jugando al fútbol y escuchando música.
Según la versión policial un llamado de un vecino alertando sobre ruidos molestos hizo que un patrullero se dirigiera a la plaza, pero en el mismo momento en que llegaba, Olivera se iba con su motocicleta. “Tengo mis serias dudas de que Luciano se haya enterado de que la policía lo estaba persiguiendo”, dijo la fiscal Ana Caro a LA CAPITAL.
Lo cierto es que el menor aceleró su motocicleta y tras algunas vueltas con el patrullero a no menos de 100 metros de distancia, tomó por la avenida 9. Por radio los policías emitieron la novedad de que la moto estaba huyendo y otro móvil, en el que iban González, Albornoz, Gerricagoitía y Mastrángelo cortó el paso en la calle 34.
El análisis inicial de una cámara de video que toma en baja calidad y condiciones no óptimas la secuencia determinó que González bajó por la puerta trasera derecha, sacó su arma y disparó. Para la fiscal Cano, en su acusación señaló que la distancia entre González y Olivera fue no menor a 1 metro, esto solamente para referenciar que no fue a quemarropa. El video mostró un supuesto destello con la motocicleta mucho más allá de la “trompa” del patrullero que se estimó en 32 metros.
Sin embargo los tres policías -González no declaró- dijeron que el disparo fue efectuado cuando la moto ya había sobrepasado el patrullero y se le había ido encima al tirador. Ante este relato, la fiscal Caro los acusó de falso testimonio y encubrimiento agravado.
Al respecto surgió una novedad importante. Un nuevo análisis del único video, ya con herramientas de optimización más precisas, arrojó que hay un destello en el momento en que la moto alcanza la posición del patrullero. Esto podría llevar a algún planteo de las defensas, porque se sostiene desde un principio que no está acreditada la distancia del disparo y que la hipótesis no es del todo precisa. De todos modos, para la fiscalía no es solo el video lo que sostiene la prueba de cuándo disparó González, sino testimonios y peritajes.